miércoles, 28 de abril de 2010

LA SEGUNDA CASA - en you tube -

CAPÍTULO VI



Las condiciones pertenecientes a la segunda casa de la rueda horoscópica enfocan una gran parte de lo que el astrólogo está obligado a interpretar en su servicio. Puesto que toda fase del horóscopo tiene su principio particular, se sugiere que le demos flexibilidad a nuestro concepto de la segunda casa más allá del acercamiento tradicional que lo considera como dinero y posesiones.
Para poner la segunda casa en el esquema de las cosas consideremos en primer lugar un mándala hecho de la siguiente manera: una rueda con las casas; coloque los símbolos de Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo y Virgo sobre las primeras seis cúspides; trace una línea recta de la cúspide de la primera a la cúspide de la quinta; otra línea de la quinta a la séptima cúspide. El sector de las primeras cuatro casas es análogo a los grados de escuela elemental que todos nosotros cursamos durante la niñez como base de nuestra experiencia educativa. El sector adicional de la quinta y sexta casas podría considerarse análogo a nuestra educación de escuela secundaria y de colegio, tal como es iniciada por el impulso vital de la quinta casa. El acondicionamiento interno indicado por estas primeras seis casas encuentra su expresión en el hemisferio superior, iniciado por la séptima casa de la conciencia de asociación; es análogo a la experiencia en el mundo al que entramos después de completar nuestra educación formal; nosotros ponemos a trabajar nuestro conocimiento.
El compuesto de estas seis casas es lo que traemos a toda experiencia madura para la regeneración y el perfeccionamiento, así como traemos a nuestra experiencia madura como adultos todo el entrenamiento, acondicionamiento y educación que hemos aprendido y adquirido en nuestros años de crecimiento. Las expresiones no espiritualizadas de las primeras seis casas - particularmente las primeras cuatro - indican la raíz cuadrada esencial de todos nuestros problemas.
Cuando consideramos que la conciencia humana primitiva expresa la quinta casa como una expresión instintiva - como un recurso de la cuarta casa - en lugar de creación consciente no debe uno maravillarse de que la humanidad tienda a funcionar mayormente en la conciencia de las primeras cinco casas. Para la mayoría de la gente, aún la casa sexta es una expresión de sostenimiento material en vez de una expresión de contribución impersonal en servido. Hay tanto de la conciencia de relación humana primordialmente arraigada en la conciencia de identidad de la cuarta casa con la familia y la raza, que las decisiones se hacen en concepto del sentimiento de grupo en vez de hacerse por los requisitos de desarrollo personal y los impulsos de expresar la conciencia de integridad personal. Puesto que la conciencia física es el reino en el que tiende a vivir la gente, la segunda casa enfoca gran parte de sus patrones de experiencia y sus patrones de problemas porque la segunda casa es el símbolo esencial de la conciencia de sostenimiento para la rueda entera, concentrada por su significación en el sector de las primeras cuatro casas. Las tres primeras casas pueden llamarse adecuadamente el cuadrante de la cosecha - representando los procesos del plano interior por los cuales nos integramos con la dimensión triuna de la manifestación física -.
La “posesión” y la “propiedad” son términos que identifican la conciencia de la mayor parte de la gente en la expresión de su segunda casa. El principio verdadero de la segunda casa se revela, no obstante, cuando consideramos el punto filosófico de que nosotros no poseemos ni nos pertenece ninguna cosa física. Nuestra única posesión es la conciencia. La cualidad de esa posesión se encuentra en nuestras reacciones hacia cualquier fase de la vida, nuestra mayordomía sobre ella está en la regeneración. La vida de la humanidad es una cosa interna; la expresión material es su vehículo. Así pues, lo que nosotros llamamos “deseo de poseer las cosas” es una forma primitiva de decir que nosotros deseamos experiencia por la cual ejercer nuestra facultad de mayordomía de las formas físicas y el progreso que es proporcionado por la regeneración.
Como todo factor que se encuentre en la rueda horoscópica es una cosa necesaria en la vida de la humanidad, no existe factor alguno que sea “erróneo” o “malo”. La segunda casa - como un capítulo de experiencia y un nivel de conciencia - es un símbolo del Espíritu tanto como pueda serlo cualquiera otra casa. Ella transmite esencialmente, la conciencia emocional o conciencia de deseos por medio de la cual la humanidad trata de atraerse las cosas necesarias para el sostenimiento. Decir “Yo Tengo” es una extensión de la conciencia de “Yo Soy” de la primera casa. El impulso subyacente de “Yo Soy” es sostenerse a sí mismo; poder continuar diciendo “Yo Soy” y perpetuar esa conciencia en el mundo de las formas. Para algunas personas “mis hijos” o “mi mujer” se dice con el mismo grado de conciencia de posesión que se dice “mi dinero”. Ambas frases implican la perpetuación propia y la expresión propia.
La esencia de cualquier factor astrológico se halla en la consideración del principio espiritual inherente en ese factor. Como la segunda casa tiene su “espiritualidad” particular, consideremos tres mándalas extraídos del mapa natural o arquetípico. (Esta es una rueda con 30° de cada signo contenidos dentro de la casa correspondiente, comenzando con Aries en la primera cúspide; los regentes planetarios están relacionados con las casas y signos de su dignidad).
El primer mándala será una rueda en blanco excepto para las cúspides de las primeras cuatro casas formando el primer cuadrante. Los símbolos de Aries, Tauro y Géminis son colocados en las cúspides de las tres primeras casas respectivamente. Nuestras frases clave serán: Primera casa: Yo soy una conciencia individualizada. Segunda casa: Yo deseo mantener mi conciencia en las dimensiones físicas. Tercera casa: Yo aprendo cómo hacer posible este sostenimiento. Este cuadrante de “cosecha” representa nuestro proceso de “sentar raíces” en cualquier ciclo de evolución.
Venus, regente de Tauro y regente abstracto de la segunda casa, es el principio de la atracción; su significación respecto a esta segunda casa es el impulso de atraer hacia nosotros los medios de sostenimiento material, o de atraer la afluencia de la abundancia material. La manifestación que nosotros no hacemos dinero no es más evidente en ninguna otra forma. Nosotros en realidad hacemos algo a cambio de dinero. Esto trae a nuestra atención el gran principio de la vibración venusiana: el equilibrio a través del intercambio.
Visto como una expresión de este gran principio, el dinero es intercambio material entre personas, y no posesión material; en otras palabras algo recibido a cambio de algo que se ha hecho. El cumplimiento perfecto de acuerdo mutuo sobre este punto es la esencia del recto uso del dinero. El Mandamiento “no robarás”, fue dado como una prohibición contra la violación de una expresión material de un principio universal.
Para ampliar nuestra apreciación de la segunda casa ahora la enlazamos con la otra casa que está regida abstractamente por Venus a través del signo de Libra, la séptima casa.
El mándala será: la rueda de doce casas; los símbolos de Tauro y Libra en las cúspides de la segunda y séptima casas respectivamente. El símbolo de Venus en estas dos casas; sombree levemente estas casas para que sobresalgan del resto de la rueda. Aquí tenemos el arquetipo del mándala de Venus - el cuadro abstracto del foco de influencia de la diosa sobre la experiencia de la vida de la humanidad -. La segunda casa representa el Principio de Atracción en la conciencia del hombre de atraer material para el sostenimiento propio; la séptima casa es la unión de personas que se complementan mutuamente. En otras palabras, la Vida en los procesos de relación humana logra el equilibrio a través del intercambio amoroso de los complementarios.
La séptima casa identifica abstractamente todos los pares de los que dan y los que reciben. El empleado da su trabajo, el patrono da el pago. La vida física del empleado se sostiene por el uso del dinero que recibe; la vida del negocio del patrono es sostenida por los esfuerzos de aquellos que trabajan para él. Cuando se mantiene una mutualidad provechosa en tales relaciones, todas las personas implicadas se benefician entre sí a través de los rectos intercambios. Cuando se violan los principios de cualquiera de los dos factores el resultado es la inarmonía y el desbalance. Esto se evidencia en todos los planos: entre individuos, entre dos grupos o entre dos naciones.
Debemos tener presente que el dinero - nuestro símbolo de posesión material - es realmente un “fluido” en el sentido que hay intercambio entre personas en todas partes y en todos los tiempos. Es como la sangre que circula a través del cuerpo físico para sostener la vida. Si se detiene la circulación de la sangre se detiene la expresión de vida del individuo.
Si se paraliza o se congestiona la circulación del dinero en la vida económica usted observará los resultados. Estos serán evidentes donde quiera.
La circulación de la sangre a través del cuerpo físico comienza con el “rendimiento”; el “retorno” se hace cuando el impulso inicial ha completado su trabajo. La circulación de dinero entre personas, comienza cuando primero se hace algo por lo cual se recibe dinero en pago. La humanidad para funcionar con éxito monetario debe aprender a estar dispuesta a lograr el mejor rendimiento en cualidad de servicio a rendirse. La sexta casa forma el primer aspecto de trino con la segunda y la sexta casa preludia la séptima, el símbolo abstracto de la experiencia de relación.
El éxito en la ganancia monetaria comienza con la integridad mutua de, conciencia de intercambio y conciencia de servicio. La deficiencia o corrupción de esa conciencia asegura eventualmente “problemas monetarios” en la forma de remordimiento subconsciente, pérdida de confianza propia, desconfianza de los otros (recuerdo de falta de honradez en el pasado), avaricia y la clase de extravagancia que es toda “producción” sin tomar en consideración el equilibrio del intercambio. Estos cuadros monetarios negativos son el resultado de violaciones perpetradas en el pasado contra el Principio de Intercambio Mutuo y son manifestaciones de “desamor” hacia el prójimo. Estos cuadros actúan como magnetos para experiencia negativa, pérdida y limitación y hasta tanto sean regenerados por el principio asegurarán la experiencia continua de negativos monetarios.
El mándala de Venus es la representación astrológica del dicho que “el amor al dinero es la raíz de todo mal”. No el dinero en sí, porque el dinero en sí no tiene poder.
Pero cuando la conciencia de una persona está “arraigada” en la segunda casa su conciencia amorosa está arraigada a los apegos de sus posesiones.
De esa manera la alquimia del Amor en la relación del individuo con otras personas es impedida y de esa manera con el tiempo se congestiona a tal grado que casi toda cosa o persona se verá como una amenaza a sus pertenencias. Su codicia, desconfianza, avaricia, el temor, y así sucesivamente lo impele a crear cuadros mentales muy torcidos de la gente y automáticamente los arroja más y más lejos de él. El mal crece al grado que nuestra conciencia nos separa de los demás. Por lo tanto vemos que el dinero no es justamente un medio de intercambio material, sino que da, por la manera en que es usado, una indicación directa de la conciencia amorosa de la persona.
La persona ama la posesión de posesiones más que lo que ama y respeta a la gente o en ciertos patrones de relación - a los padres, la mujer, los hijos, etc., - ella ejercita una conciencia amorosa fecunda, pero en los negocios tiene una conciencia de pirata; o su
conciencia está integrada hacia los fines de mantener relaciones balanceadas y armoniosas con toda la gente. Nosotros le servimos a Dios mediante el ejercicio del poder redentor del Amor o le servimos al Becerro de Oro esclavizándonos a la ilusión de poseer las cosas.
Mientras esta ilusión domine la conciencia nos atraemos experiencia de índole negativa y dolorosa.
Tan pronto como la recta actitud hacia otras personas y la recta relación con ellas se conviertan en el punto focal de la conciencia, las corrientes del poder de Amor iniciarán un proceso alquímico por el cual se logrará la liberación de la esclavitud de “ser poseído por las posesiones”. Prescindiendo de lo que cualquiera otro haga todo ser humano debe lograr a su debido tiempo la conciencia del valor espiritual del recto uso del dinero. Cuando llega ese momento se manifestará la seguridad de la relación recta entre las personas. La honradez es un florecimiento del corazón humano por la cual la conciencia puede interpelar las cosas de la Vida como son realmente. Una mujer o un hombre honesto ven las cosas tal como son con respecto al principio y como expresiones de los principios. Ellos que son gente verdaderamente honrada no necesitan que se les “legisle” hacia la acción honrada, por las leyes o por la amenaza de castigo; ellos funcionan con la conciencia del intercambio recto y respetuoso con otras personas en todas las formas.

El proceso implicado en la lectura astrológica puede exponerse de esta manera: primero, una comprensión firme de la significación abstracta o espiritual de cada factor en el mapa; entonces la aplicación del entendimiento abstracto a los detalles del mapa bajo consideración. Esto es porque cada horóscopo humano es una variación del Horóscopo Arquetípico, que es el Gran Símbolo Vibratorio de la entidad que llamamos Humanidad.
Este arquetipo es la rueda de doce casas con los símbolos de los signos colocados en las cúspides, comenzando con cero de Aries en la primera, cero de Tauro en la segunda y así sucesivamente con los otros diez signos y casas. El Arquetipo se completa colocando los planetas en las casas y signos de su dignidad. Cada factor es exactamente tan importante como cualquier otro factor puesto que todos son expresiones de conciencia en la encarnación. Todos son espirituales, todos son buenos y todos son necesarios. Los astrólogos deben fundamentarse en esta comprensión si desean desarrollar la habilidad de percibir las potencialidades espirituales delineadas en los mapas que ellos estudian así como las causas y propósitos que han de encontrarse.
Uno de los servicios más significativos que el astrólogo puede rendir es revelar los secretos de la segunda casa, porque la humanidad en su mayor parte está atada a la servidumbre del deseo de posesiones. La conciencia de posesión es el nivel primitivo del principio de la segunda casa; el principio en sí es mayordomía - la responsabilidad del uso recto y el intercambio perfecto -. Cuando se lee un horóscopo desde el punto de vista de la posesión, el factor de acumulación es acentuado - o puede acentuarse - en la mente. El astrólogo no debe descuidar su oportunidad de alertar al cliente sobre el principio. El conocimiento del principio es el que abre la conciencia para las soluciones y reorientaciones.
La facultad de la segunda casa puede verse claramente por la consideración del siguiente mándala: una rueda de doce casas; los símbolos de Aries, Tauro y Géminis sobre las cúspides de la primera, segunda y tercera casas respectivamente; una línea recta conecta las cúspides de la primera y cuarta casas, creando un contenido de las primeras tres casas.
La segunda casa transmite una implicación emocional: el deseo de sostener la vida física.
La tercera casa es mental: el proceso de aprender cómo efectuar este sostenimiento.
Nosotros sostenemos la vida física mediante el uso de las cosas de la Tierra, no apegándonos a ellas. En el análisis final, nosotros no podemos adherirnos a cosa física alguna, pero nuestro uso de las cosas físicas - y el dinero - representan nuestra conciencia de esclavitud al sentido de posesión o la libertad interna de usar las cosas de la tierra con juicio e inteligencia.
La lectura de cualquier casa puede ser un asunto complicado. Analicemos los factores pertenecientes a los patrones de la segunda casa y considerémoslos en orden. Este análisis implicará la creación de varios mándalas de luz blanca. Use solamente las posiciones planetarias por signo y casa, no los grados; nosotros vamos a tratar de percibir las operaciones del principio a través de los patrones de la segunda casa y no queremos limitar nuestra conciencia por el efecto psicológico negativo de impresionar nuestras mentes con los “malos” aspectos.
Primer mándala: el símbolo del signo de la segunda casa sobre la segunda cúspide; coloque el símbolo de su regente planetario en su signo y casa apropiados. Este es el “mándala esencial de la segunda casa” de cualquier horóscopo; él transmite, por medio del signo en la cúspide, la conciencia de la persona con respecto al dinero y las posesiones; la posición de su regente indica dónde y en qué capacidad esta conciencia ha de hallar el más completo cumplimiento del poder de atraer los medios de la tierra a través del ejercicio del intercambio perfecto. Sirve además para delinear el departamento de experiencia que enfocará lo mejor de la conciencia financiera de la persona y esencialmente demuestra a qué grado sé expresa o puede expresarse el nivel espiritual de mayordomía de la persona.
Demuestra también si la persona tiende a expresar posesividad o uso de posesión.
Segundo mándala (o grupo): un mándala para cada planeta en la segunda casa y en el signo de la segunda casa. Coloque los símbolos de los signos sobre las cúspides de las casas regidas por estos planetas. Estos planetas enfocan la conciencia de posesión mucho más intensamente que ningún otro patrón porque el capítulo de experiencia sincroniza con el patrón de la conciencia. Este mándala acentúa muy poderosamente las experiencias de las finanzas; estas experiencias pueden incluir finanzas de propiedad, finanzas de inversión - en breve toda clase de experiencias que son enfoques de la conciencia financiera -. La regeneración de las casas regidas por los planetas depende definitivamente de la regeneración de la conciencia posesiva.
Tercer mándala: un mándala para cada planeta en el signo de la segunda casa, pero en la primera casa. Esta es una fase de la conciencia financiera en formación. El desarrollo personal - o desenvolvimiento de la personalidad - es preparar experiencia financiera para el futuro. La habilidad financiera se ve como un punto de evolución personal en vez de la facultad de adquisición por su propia causa.
Cuarto mándala: los planetas en la segunda casa pero en él signo de la tercera casa: la educación y el desarrollo mental son enfocados a través de las experiencias financieras.
Se han de encontrar disciplinas mentales en experiencias relacionadas con hacer dinero. El
acercamiento mental en un patrón tal tiende a ser coloreado por la cualidad de deseo de obtener y retener. El tercer y cuarto mándalas son patrones de retroceso porque los planetas así colocados están en casas que preceden a la casa a la cual están relacionados por signos.
El cuarto mándala nos indica que la persona no está aún hasta cierto punto puramente integrada en la intelección abstracta o impersonal; ella tiende a “pensar en conceptos de sus deseos de posesión y evaluación financiera”.
Estos cuatro mándalas son todos focos de patrones de experiencia de la segunda casa. El desarrollo armonioso de este factor en nuestra experiencia de la Tierra está demostrado que es de gran significación en el crecimiento anímico cuando recordamos que la segunda casa es el primer paso en la formación del Gran Trino del Elemento Tierra. La base de esté trino es una horizontal conectando las cúspides de la segunda y sexta casas; la implicación simbólica es que el Principio de Servicio Perfecto (una fase de la conciencia impersonal) depende directamente del ejercicio recto de la conciencia monetaria. El vértice del trino de Tierra es la décima casa - la Sociedad y sus expresiones perfeccionadas como una entidad universal -. Los defectos de la segunda y sexta casas aseguran defectos en la décima. La frase el “Capital (la segunda casa) contra la Labor (la sexta casa)” es tan negativa como cualquier otra. Debe convertirse en “Capital y Labor”, funcionando juntos en intercambio perfecto entre todos los factores de modo que el vértice de cualquier sociedad o civilización pueda lograr lo mejor. La regencia natural o abstracta de la décima casa por Saturno y la exaltación de Saturno en Libra - el signo regido por Venus que además rige abstractamente la segunda casa - es algo sobre lo cual todos nosotros podemos meditar. Ella representa el significado esencial de la palabra civilización: “Las relaciones civiles entre todas las personas en su trato con las cosas de la tierra y todos los intercambios relacionados con ellas”.
Prescindiendo del signo sobre la segunda cúspide y los planetas implicados debemos tener en mente que Venus es el símbolo arquetípico de la segunda casa como un factor de la conciencia espiritual. En este punto es apropiado decir que los regentes naturales o abstractos de los signos y casas condensan - o concentran - las significaciones esotéricas de las casas como capítulos de nuestro desenvolvimiento. Por lo tanto nuestra consideración de la lectura de la segunda casa no puede estar completa sin estudiar las posiciones y patrones, de Venus; además, debemos intensificar nuestra conciencia de la significación de Venus como el “Principio del Equilibrio” (Armonía y Balance) a través del intercambio.
Quinto mándala - el mándala de Venus -: Tauro sobre la segunda cúspide, Libra sobre la séptima. Estudie este mándala volteando la rueda de manera que cada cúspide en cambio se convierta en el Ascendente. Perciba cómo los dos signos - formando el aspecto de 150° - se relacionan con la rueda en conjunto en estas posiciones diferentes. Tauro y Libra componen la “conciencia del dinero” y la “conciencia de relación”. El principio, como se ha dicho antes, es “Equilibrio por medio de la mutualidad de dar y recibir” - el Principio del Matrimonio -, Medite sobre el mándala de Venus de cualquier mapa que se le pida delinear desde un punto de vista financiero, para llegar a raíces de la conciencia básica de intercambio de la persona. Las posiciones de Venus por casa y signo - prescindiendo de sus aspectos - le dará a usted una clave sobre las razones esotéricas para la manifestación de la falta o deficiencia monetaria. Los planetas que están afligiendo a Venus deben regenerarse para poder remover la raíz de la conciencia de pobreza. Las aflicciones a Venus demuestran solamente cómo expresó la persona en sus encarnaciones pasadas desbalance e inarmonía en sus relaciones con los otros. Las condiciones relacionadas con la segunda casa son peculiares a esta encarnación, pero Venus es el símbolo arquetípico de recta relación en todas las fases y en todos los planos. Ayude a su cliente a hacerse más consciente de la verdad de este principio, hacerlo es una de sus más grandes responsabilidades.
Para concluir esta exposición: utilice las palabras clave de los planetas según ellos expresan regencia o ubicación de las condiciones de la segunda casa; esto asegura la
percepción del propósito esotérico del dinero en esta encarnación de su cliente. No lo debilite haciéndole decisiones financieras - hacerlo es una violación a su propio Principio
del Servicio -. Póngalo alerta a su propia conciencia de Principio y estimúlelo a tomar su propio camino (financiero), seguir los caminos del ejercicio de su inteligencia financiera lo mejor posible, en buena voluntad, honradez, e intercambio perfecto con todos los demás.

del libro " Estudios de Astrología III ", de Elman Bacher


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